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 “Como mujeres inmigrantes, revalidemos con orgullo la preparación que traemos de nuestros países. Pongamos nuestras habilidades al servicio de quienes nos rodean, fusionando nuestras raíces con el aprendizaje del sistema americano. Cada día es una oportunidad para crecer y aportar con decisión a nuestra comunidad.”
— Dra. Isabel Pérez Santander Check out this great video

La violencia de género, tanto verbal como física, es una grave vulneración de los derechos humanos y debería ser una prioridad en todos los espacios: educativos, jurídicos, comunitarios y gubernamentales.

Enfocarse en ella implica no solo atender a las víctimas, sino también prevenir, educar, visibilizar y transformar las estructuras sociales que la permiten o la normalizan. Los derechos humanos no pueden cumplirse plenamente si una parte de la población —principalmente mujeres y personas diside

El conocimiento y la educación son herramientas fundamentales para empoderar a las mujeres. No solo brindan seguridad personal, sino también autonomía para tomar decisiones conscientes, romper ciclos de violencia y construir una vida con más oportunidades y dignidad.

Cuando una mujer está informada sobre sus derechos, se fortalece. 

 El conocimiento no se limita a un título universitario. Se construye también en la experiencia, en la lectura, en el diálogo, en el apoyo mutuo, en la sororidad. Y justamente ahí aparece la idea del "tejido de apalancamiento y ayuda entre nosotras", una red donde cada mujer sostiene a otra, comparte lo que sabe, escucha, orienta, acompaña.